Medio Ambiente y Cambio Climático
Objetivos: contribuir a la gestión integral sostenible y sustentable de los bienes naturales a través de la defensa, protección, conservación y restauración ambiental a fin de garantizar la resiliencia de la población.
Contribuimos a la conservación y manejo integral de la cuenca y Reserva de Biosfera Xiriualtique Jiquilisco. Implementamos la técnica comunitaria de Restauración Ecológica de Manglares (REM). Desarrollamos procesos de educación para el fortalecimiento de capacidades relacionadas con la gestión ambiental, gestión del riesgo y medidas de adaptación al cambio climático. Implementamos actividades enfocadas en la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, como el Plan Local de Aprovechamiento Sostenible (PLAS). Contamos con sistemas de alerta temprana y promovemos la organización comunitaria para integrar el sistema de protección civil.
Algunos de los componentes que integran el programa de Medio Ambiente y Cambio Climático son:
Restauración de Manglares

Los Manglares de la Bahía
El bosque de manglar de la Bahía de Jiquilisco está conformada por las especies Madresal (Avicennia bicolor), Istaten (A. germinans), botoncillo (Conocarpus erectus), Cincahuite (Laguncularia racemosa), mangle rojo (Rhizophora harrizonnii y R. mangle) y mangle rojo espigado (Rhizophora racemosa), siendo esta última la especie predominante.

Un Ecosistema Valioso
Los bosques de manglar son uno de los ecosistemas más productivos y más críticos del planeta. La Bahía de Jiquilisco posee esteros y canales, barras de arena y playas, islas, manglares y bosques. Este ecosistema es un valioso hábitat para diversos animales incluyendo aves, peces y crustáceos y único sitio de anidación de varios especies.
Además, contribuye al control de inundaciones, depuración y almacenamiento de aguas, producción pesquera, producción de madera, recarga de acuíferos, fijación de carbono y regulación climática, protección y estabilización de la línea de costa y como barrera natural para la protección de las comunidades ante huracanes o depresiones.
Manglares Amenazados
En El Salvador, desde 1950, se ha venido perdiendo un 60% de los bosques de manglar.

Agricultura Intensiva

Cambio Climático

Desarrollo Industrial

Sobre Pesca

Ganadería

Deforestación

Restauración Ecológica de Manglares (REM)
Asociación Mangle utiliza la implementación de la técnica comunitaria de Restauración Ecológica de Manglares (REM). En el año 2011 se realizó un taller para dar a conocer la técnica REM. Con el apoyo de EcoViva y especialistas de la organización internacional MAP (Mangrove Action Project).
Con el conocimiento de la técnica, se realizó una aplicación práctica en la zona de la Bahía de Jiquilisco conocida como «El Quemado». En este sector se estaba dando un proceso acelerado de pérdida de bosque de manglar y consecuentemente todas las especies que habitan en este ecosistema. Hasta el 2011 se tenía contabilizada una pérdida de 60 hectáreas de manglar.
Conservación Comunitario
Los manglares contribuyen al bienestar, seguridad alimentaria y protección de las comunidades costeras. Por lo que representa para las comunidades que habitan en la Bahía de Jiquilisco, implementamos técnicas para una gestión comunitaria de este estratégico ecosistema. Utilizando la técnica REM, desarrollamos actividades orientadas a la restauración del bosque salado a través de acciones de reforestación y gestión hidrológico.
Resultados


Mueve las flechas para ver los cambios entre 2011 y 2017.
La Alianza Manglar
La Alianza para la Restauración y Conservación de los Manglares (conocida como la Alianza Manglar) es una red de instituciones y organizaciones de base que velan por la protección, conservación y restauración del medio ambiente y el desarrollo sostenible en Mesoamérica (México y Centroamérica).
Atender las problemáticas socio-ambientales relacionados con los manglares constituye un desafío que requiere la coordinación y articulación de esfuerzos de múltiples actores, incluyendo gobierno central, municipalidades, sociedad civil organizada y comunidades locales. En 2016, decidimos conformar una alianza interinstitucional con los objetivos de articular esfuerzos, impulsar acciones de incidencia, y concretar actividades que contribuyan a la restauración y conservación inclusiva de manglares.
La visión y el liderazgo de las comunidades locales son el corazón de la Alianza Manglar. Líderes comunitarios comparten el poder y la responsabilidad con el gobierno en un marco de cogestión, mejorando la conservación del medio ambiente al mismo tiempo que empodera a las comunidades locales para que aprovechan de manera sostenible a los recursos naturales. La cogestión es una forma eficaz y justa de lograr los objetivos de conservación a largo plazo.
Investigaciones han mostrado que las tasas de deforestación dentro de las áreas protegidas gestionadas legalmente por las comunidades que dependen de ellas son dos o tres veces más bajas que en otros bosques.

La Alianza Manglar se esfuerza por consolidar y fortalecer los movimientos de base para que sean más efectivos en la lucha por un cambio sostenible. Facilita la coordinación y colaboración entre actores que tienen interés en el bienestar de los manglares de Mesoamérica – primero y principalmente las comunidades locales que viven del bosque, así como organizaciones conservacionistas, científicos, y formuladores de políticas.
Conservación de la Tortuga Marina
Las cuatro especies anidantes en El Salvador son golfina (Lepidochelys olivacea), carey (Eretmochelys imbricata), prieta (Chelonia mydas), y baule (Dermochelys coriacea). La conservación de estas especies es uno de los esfuerzos que la Asociación Mangle ha realizado desde el año 2001.
Nuestro programa no se trata solo de tortugas marinas, sino de un mejor medio de vida para los miembros de la comunidad. Establecemos iniciativas de emprendedurismo para mejorar la economía local y realizamos actividades de concientización y capacitación.


En nuestra región existe un número aproximado de 650 recolectores de huevos de tortuga, que anteriormente utilizaban el recurso en su totalidad para generar ingresos a través de la venta de huevos al mercado o mediante intermediarios.
En 2009 se vio la declaración de un veda total y permanente que prohíbe el consumo y el comercio de los productos derivados de las tortugas marinas, incluyendo la extracción de huevos, a lo largo de la costa salvadoreña. Los recolectores continúan realizando la actividad debido a que necesitan el ingreso económico, pero ahora los huevos son entregados a cambio de una compensación para ser manejados en viveros de incubación.
Ahora los recolectores están organizados en cooperativas comunales que se turnan para patrullar las playas durante la temporada de anidación. Una vez que una hembra ha terminado de hacer su nido y poner huevos, los recolectores cuidadosamente trasladan los huevos al vivero, donde son protegidos y monitoreados hasta que eclosionan.
Los recolectores son compensados por sus esfuerzos de conservación en pagos en efectivo, así como en contribuciones a un fondo comunal que utilizan para financiar proyectos alternativos de generación de ingreso.
Siempre estamos buscando otras alternativas sostenibles para reducir la venta ilegal de huevos de tortuga marina y así mantener las especies que anidan en las costas salvadoreñas. Tal es el caso de la implementación del ecoturismo comunitario, la creación de viveros de tihuacales, cooperativas de pesca sostenible y panaderías comunales.
Viveristas
Los viveristas son los encargados de los viveros, donde monitorean los nidos para garantizar las condiciones ideales de incubación y cuidan los neonatos que están a punto de emerger. Para tener una eclosión óptima se toman aspectos como limpiar el terreno, crear barreras de protección de marejadas y erosión, y aplicar sombra para ir controlando la temperatura del corral.
Los viveristas vigilan el corral los 24 horas para evitar que los cazadores furtivos recolectan huevos ilegalmente y para asegurar que los neonatos puedan desarrollarse de una manera segura sin depredación.
Entre 45 y 65 días después de que los viveristas entierren el nido de huevos en el corral de incubación, los neonatos empiezan a emerger. Organizamos eventos de liberación de neonatos como parte de la educación comunitaria. Durante liberaciones, estudiantes y miembros de la comunidad participan y aprenden sobre el papel crítico que las tortugas marinas juegan en la ecosistema costera.
Todos los procesos de conservación que realizamos se coordinan con el Ministerio de Medio Ambiente (MARN), y la implementación de viveros de incubación son de acuerdo al Manual de Corrales de Incubación de Huevos de Tortuga que proporciona MARN.
Sistema Comunitario de Protección Civil
La gestión del riesgo pasa por contar con comunidades organizadas y fortalecidas con capacidades de enfrentar los efectos de diferentes fenómenos naturales. Articulados a los sistemas de nivel municipal y regional, esta es una de las principales fortalezas de las comunidades del Bajo Lempa. El sistema está organizada con una comisión central integrada por representantes de 23 comunidades que se encarga de conducir las situaciones de emergencia en la zona del bajo Lempa.
Como parte de su estructura cuenta con comités desde monitoreo, comunicaciones, albergues, evaluación de daños, primeros auxilios y evacuación. Gracias a este modelo de gestión, a pesar de que hemos tenido en la zona las peores inundaciones de la historia como fue la 12E en octubre del 2011, no hemos tenido pérdida de vidas humanas.
Hemos conformado y equipado comisiones comunitarias en la zona de la cuenca del río Lempa y la Bahía de Jiquilisco. Durante el proceso de conformación se desarrollan talleres sobre conceptos básicos de gestión de riesgos y primeros auxilios, se elaboran planes comunitarios y mapas de riesgos y amenazas, y se conducen varios simulacros. También se fortalece los sistemas comunitarios de alerta temprana, instalando sistemas de altavoces en sitios estratégicos de las comunidades.
Guarda Recursos
Por su riqueza natural y Biodiversidad, La Bahía de Jiquilisco ha sido reconocida nacional e internacionalmente con denominaciones o nombramientos de diferentes categorías, a nivel nacional como área natural protegida y a nivel internacional en el 2005 como sitio Ramsar, título otorgado por la convención Ramsar, que reconoce los humedales de importancia a nivel internacional, más recientemente fue reconocida por la UNESCO como Reserva de Biosfera Xiriualtique Jiquilisco, este último nombramiento reconoce la necesidad de establecer una relación armoniosa entre las actividades productivas desarrolladas por hombres y mujeres y los diferentes recursos naturales. Esta armonía se debe establecer en las tres zonas que reconoce este nombramiento: la Núcleo, la zona de amortiguamiento y la zona de transición.
Por estos nombramientos y sobretodo por la necesidad de hacer un manejo y uso sostenible de los diferentes recursos naturales, es que desde el 2008, Asociación Mangle tiene un convenio de comanejo de la Bahía de Jiquilisco firmado con el MARN, en este se establece la necesidad de contar con Guardarecursos que apoyen a las comunidades en la ardua tarea de sensibilizar, educar y proteger los diferentes recursos de la zona.
Los Guardarecursos algunos contratados por el MARN, La Asociación Mangle y sobretodo voluntarios de las diferentes comunidades, desarrollan su trabajo desde el sector occidental hasta el sector oriental de la Bahía, a través de recorridos acuáticos y terrestres, para ello cuentan con Lanchas, cayucos y bicicletas equipo fundamental para el desarrollo del trabajo. Los Guardarecursos pasan por un proceso de formación que incluye temáticas de gestión ambiental y legislación ambiental.
Pesca Limpia
La pesca limpia es una alternativa de pesca que se ha implementado en la Bahía de Jiquilisco, especialmente en el sector oriental como respuesta a la problemática de pesca con explosivos. A partir del año 2009, Asociación Mangle y EcoViva en coordinación con La Coordinadora de Puerto Parada iniciaron un proceso organizativo y de concientización con las cooperativas Acopilares, Vueltona, Botoncillo 1, y Remanson para la búsqueda de alternativas más sostenibles. Se inició con la implementación de pesca en arrecifes artificiales elaborados a base de madera seca de mangle y cada una de las cooperativas ha organizado grupos de vigilancia y mantenimiento de las casetas de vigilancia y arrecifes. Ésta actividad ha ayudado a mejorar la calidad de vida de los pescadores y reducir la degradación de los recursos costero marinos.
Durante los procesos de concientización e intercambio de experiencias, los pescadores han evolucionado en la metodología de pesca con anzuelo y así sucesivamente siguen adquiriendo nuevos conocimientos partir de los fallas o conocimientos de otros. Las iniciativas siguen dando sus frutos, y hay más grupos de pescadores aspirando iniciar un proceso similar al que se ha realizado en el sector de Puerto Parada. Muchos de estos grupos son ex bomberos. Como parte del fortalecimiento a los procesos de pesca limpia, se trabaja en un programa de comercialización del producto pesquero, de manera que los precios de venta beneficien a los pescadores y no a los intermediarios. La comercialización preferiblemente debe ser localmente, y la otra parte debe ser llevada a los mercados fuera de la comunidad siempre y cuando se tengan los estándares de calidad que solicitan los proveedores.
Tenemos entre nuestros metas el reconocimiento de los esfuerzos de pesca limpia, como una alternativa sostenible a la pesca en la Bahía de Jiquilisco, de tal manera que se evite el uso de técnicas inapropiadas y degradadores del ecosistema costero marino.
Plan Local de Aprovechamiento Sostenible (PLAS)
El Plan Local de Aprovechamiento Sostenible (PLAS) establece la cantidad de recursos que las familias pueden extraer entre punches, cangrejos y peces, en que zona y cuando lo pueden hacer sin poner en riesgo la existencia de los mismos. Esto garantiza que las familias siempre puedan contar con los diferentes recursos en la zona. No se permite la extracción de punches en periodos de corridas o apareamiento de los mismos. Recientemente fueron liberados 500 docenas de punches en el sector del canal Izcanal, como parte de las acciones de protección de esta especie.
Con el apoyo de Asociación Mangle, 23 habitantes de la Isla Montecristo han instalado un vivero para el manejo de Tihuacales o Cangrejo azul. Hasta la fecha se ha obtenido muy buenos resultados en la reproducción de esta especie de buen valor comercial.
