
Los Manglares de la Bahía
El bosque de manglar de la Bahía de Jiquilisco está conformada por las especies Madresal (Avicennia bicolor), Istaten (A. germinans), botoncillo (Conocarpus erectus), Cincahuite (Laguncularia racemosa), mangle rojo (Rhizophora harrizonnii y R. mangle) y mangle rojo espigado (Rhizophora racemosa), siendo esta última la especie predominante.

Un Ecosistema Valioso
Los bosques de manglar son uno de los ecosistemas más productivos y más críticos del planeta. La Bahía de Jiquilisco posee esteros y canales, barras de arena y playas, islas, manglares y bosques. Este ecosistema es un valioso hábitat para diversos animales incluyendo aves, peces y crustáceos y único sitio de anidación de varios especies.
Además, contribuye al control de inundaciones, depuración y almacenamiento de aguas, producción pesquera, producción de madera, recarga de acuíferos, fijación de carbono y regulación climática, protección y estabilización de la línea de costa y como barrera natural para la protección de las comunidades ante huracanes o depresiones.
Manglares Amenazados
En El Salvador, desde 1950, se ha venido perdiendo un 60% de los bosques de manglar.

Agricultura Intensiva

Cambio Climático

Desarrollo Industrial

Sobre Pesca

Ganadería

Deforestación

Restauración Ecológica de Manglares (REM)
Asociación Mangle utiliza la implementación de la técnica comunitaria de Restauración Ecológica de Manglares (REM). En el año 2011 se realizó un taller para dar a conocer la técnica REM. Con el apoyo de EcoViva y especialistas de la organización internacional MAP (Mangrove Action Project).
Con el conocimiento de la técnica, se realizó una aplicación práctica en la zona de la Bahía de Jiquilisco conocida como «El Quemado». En este sector se estaba dando un proceso acelerado de pérdida de bosque de manglar y consecuentemente todas las especies que habitan en este ecosistema. Hasta el 2011 se tenía contabilizada una pérdida de 60 hectáreas de manglar.
Conservación Comunitario
Los manglares contribuyen al bienestar, seguridad alimentaria y protección de las comunidades costeras. Por lo que representa para las comunidades que habitan en la Bahía de Jiquilisco, implementamos técnicas para una gestión comunitaria de este estratégico ecosistema. Utilizando la técnica REM, desarrollamos actividades orientadas a la restauración del bosque salado a través de acciones de reforestación y gestión hidrológico.
Resultados


Mueve las flechas para ver los cambios entre 2011 y 2017.
